Encierro de Burros en Alvarado ¿De qué trata esta tradición? (+fotos)
El encierro de burros, de acuerdo con la tradición, no es un desfile de travestis y menos es un disfraz de tendencias ocultas, es una participación espontanea de personas alegres para representar ante el pueblo un remedo a la solemnidad, a la gallardía y a la gracia de nuestras acostumbradas cabalgatas, quienes participan son hombres formales y varoniles con el ánimo firme de hacer reír al pueblo.
El lugar de los corceles lo ocupan los burros, los regios vestidos se tornan en indumentarias grotescas y se abultan las partes de ocupación femenina. Así lo serio se convierte en burlón; la gracia en desgarbo y la distinción en tosquedad.
Cuenta la historia que, en épocas pasadas, cuando estaba muy marcada la división de clases sociales en la localidad, la gente “pudiente”, participaba en las cabalgatas fastuosas con las que se inauguraban los festejos patronales a Nuestra Señora del Rosario, que data desde el año de 1776, con la llegada de la imagen de la Virgen del Rosario, traída por la orden de los “Juaninos” y con ellos los primeros frailes del orden de San Juan de Dios, desde Barcelona, España.
Las damas de sociedad lucían atuendos elegantes, ataviadas de finas joyas y alhajas, montadas en bellos corceles acompañadas de apuestos jinetes también elegantemente vestidos.
La clase popular veía desfilar las elegantes cabalgatas por las principales calles del pueblo, fue un día de un año que no se tiene registro concreto(no sé de dónde sacaron que este año es la edición 130), que a un grupo de jóvenes, se les ocurrió de manera espontánea vestirse con indumentarias femeninas ya en desuso en su mayoría maltrechos para representar ante el pueblo un remedo a la solemnidad, a la gallardía y a la gracia de dichas cabalgatas, de una manera grotesca y montadas en burros salieron por las calles ridiculizando a “la gente bien”, esto causo la burla, risa y aceptación de todos los que admiraron la osadía y es así como nació esta gran celebración. Se cree que fue en la etapa del porfiriato que era cuando más marcada estaban las clases sociales y el descontento popular a la clase alta y esta fue su manera de protestar ante esta desigualdad muy resaltada en todo el país.
Tiempo después el rito comenzaba horas antes del evento, definido el atuendo se buscaba la ropa precisa, el calzado, las medias, el tocado, el maquillaje al igual que el arreglo del cabello, la elección de los accesorios eran participación de las novias, hermanas, tías, esposa, hijas y vecinas, tal fuera el caso, los coloretes, pintura de labios y demás cosméticos con el retoque peculiar varoniles con el ánimo de participar y hacer reír al pueblo congregado en las calles y así, lo serio se convierte en chusco, un relajo fino y espontaneo, con la música de moda y el recorrido pausado para deleite de todos los asistentes al magno evento popular.
Los burros eran traídos de la congregación Mandinga y Cardón, eran reunidos en una de las partes bajas del rio Papaloapan, en la vega de Tua, apodo con el que se conocía a un poblador de aquella época. A esa primera concentración de jumentos se le llamo el encierro de burros, en alusión a que permanecían recluidos antes de iniciar el gracioso desfile, de esta forma, para los años subsecuentes a esta actividad se le denomino formalmente el “Encierro de Burros”.
Poco a poco esa particularidad festiva fue adquiriendo mayor adhesión entre los lugareños, debido en parte a las condiciones sociales de la época y a través del tiempo llego a convertirse en toda una tradición. Así, en un acto colectivo y táctico, aceptaron festejar el hecho sin interrupción, el segundo sábado del mes de octubre, en plenos festejos a la patrona espiritual de los alvaradeños la Virgen del Rosario.
Como en antaño, actualmente el paseo de los hombres ataviados de mujer continua vigente con el mismo ánimo en las personas; pues es del conocimiento de todos los lugareños que esta situación sana, es la manera de burlarse de una sociedad que rompe reglas y en donde domina el buen humor.
El “Encierro de Burros”, se podría decir sin equivocarnos es la actividad cumbre de nuestras fiestas titulares, es el día que más visitantes se congregan a todo lo ancho y largo del recorrido; alvaradeños que radican fuera del terruño vuelven a su tierra a disfrutar del evento y principalmente visitantes de distintos puntos de la cuenca, el estado y del país mismo nos acompañan a disfrutar una de las fiestas más alvaradeñas que tenemos y por lo que se ve, tendremos por muchos muchos años más, nuestro único y tradicional “Encierro de Burros”.
El encierro 2022 será este sábado 8 de octubre, a partir de las 4 de la tarde, así que te esperamos a que disfrutes este magno y bullanguero evento, en la Generosa y siempre alegre Alvarado, Veracruz.
Fuente: La Fiera
